
Es la oportunidad para romper la brecha de los sueños de una generación que cambiará el mundo para siempre y para mejor. Fue el grito de independencia y empoderamiento que se extiende por América Latina, y permitirá que sigamos soñando en grande. Un solo evento no cambiará nada, pero nos dio la oportunidad de encender una llama fruto de nuestras esperanzas, trabajo duro y sueños. Será la comunidad la que mantenga esta llama encendida.

